La ACCO y la CNMC celebran la jornada “Municipios y Competencia sobre actividades económicas y espacio público”

El pasado 19 de septiembre la Autoridad Catalana de la Competencia y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia celebraron la jornada “Municipis i Competència sobre activitats econòmiques i espai públic”. El acto giró alrededor del documento “Gestión procompetitiva del espacio público para el desarrollo de actividades económicas”, al que todavía pueden presentarse contribuciones hasta el 30 de septiembre.

Este documento se ha realizado en el marco del proyecto “Municipios y competencia”, promovido por la CNMC y las autoridades de competencia de las CC. AA., en el cual se estudia, desde 2021 y desde diferentes ámbitos, la relevancia que tienen las administraciones municipales en la competencia de los mercados, y que tiene como finalidad analizar las barreras a la competencia más comunes para eliminarlas y mejorar la regulación y la intervención municipal.

En esta ocasión, el documento de estudio de la ACCO se centra en cuál tiene que ser la asignación del uso y como se tiene que gestionar competitivamente el espacio del dominio público para el desarrollo de actividades económicas (como por ejemplo, la celebración de mercados semanales o el desarrollo de actividades de restauración) que necesiten contar con el correspondiente título administrativo, porque ocupan, utilizan o llevan a cabo un aprovechamiento de este espacio de dominio público.

Partiendo de este análisis y del marco normativo actual, la ACCO propone a las administraciones locales seis recomendaciones —en torno a los principios de better regulation— así como pautas generales que sean entendidas como buenas prácticas administrativas, para el otorgamiento eficiente y procompetitivo de la asignación del derecho de utilización y aprovechamiento del dominio público. En definitiva, con este documento, la ACCO busca que la variable de la competencia se integre en el día a día de los Ayuntamientos, que permitirá mejorar la toma de decisiones en el marco de procedimientos de autorización y aprovechamiento del espacio público. Las recomendaciones más destacables que hace son:

  • Que las administraciones públicas competentes planifiquen la gestión del espacio público

Serían aquellas actuaciones que sirvieran para prevenir y rectificar las posibles restricciones de la competencia, que pasarían por (i) determinar los espacios públicos municipales disponibles para la comercialización de bienes y servicios, así como las políticas y objetivos municipales que justifiquen los posibles usos y aprovechamientos especiales; (ii) conocer la demanda de este espacio público; (iii) proceder a la elaboración de planes de carácter anual o plurianual para que los operadores económicos puedan conocer el tipo de actividades que se podrán realizar en el espacio municipal y los procedimientos de otorgamiento; y (iv) evaluar los efectos sobre la competencia derivados de las actuaciones de planificación con carácter anual o bianual. Esta planificación se tendría que circunscribir a la realidad económica de cada municipio con la premisa que cuantos más agentes económicos haya, mayores tendrán que ser los esfuerzos para implantar esta planificación. Un ejemplo donde esta planificación podría ser de ayuda e incluso necesaria seria en materia de movilidad compartida.

Así mismo, la gestión procompetitiva del espacio público también pasaría por que el Ayuntamiento supervisara los criterios de selección de operadores económicos de los terceros organizadores de ferias y mercados que ocupen el suelo público, solicitando, si fuera conveniente, la colaboración de la misma ACCO.

  • Que se revisen o introduzcan mejoras en el diseño de las bases o los pliegos y que se delimite de forma adecuada y justificada la duración de los títulos administrativos.

A través de la elaboración de las bases o de los pliegos, las administraciones públicas pueden intervenir en el ejercicio y desarrollo de determinadas actividades económicas, que, a la vez, limitan la concurrencia y la competencia entre operadores. Por este motivo la ACCO recomienda introducir mejoras en el diseño de los procedimientos para prevenir que de la actuación administrativa referente a la utilización de los espacios públicos no se derive un impacto negativo, que centra en tres pilares: (i) en la determinación de los requisitos de concurrencia basados en el principio de neutralidad competitiva y la supresión de los criterios de solvencia económica o técnica cuando estos no se encuentren justificados de acuerdo con los principios de necesidad y proporcionalidad; (ii) en que la división de lotes no produzca una limitación de número de proposiciones y ofertas; (iii) en que los criterios de valoración para el otorgamiento de licencias para la ocupación de los espacios públicos se tengan en cuenta los criterios de publicidad, objetividad, imparcialidad, transparencia y concurrencia competitiva.

Así mismo, como que la duración del título administrativo también implica el cierre de aquel sector específico de mercado, es evidente que este hecho genera un impacto a su alrededor inmediato, a la vez que puede favorecer a un operador económico concreto. Es por eso por lo que recomienda que la duración de las licencias sea la adecuada, y que, en supuestos donde se detecten posibles incumplimientos normativos, las administraciones revisen los términos de la ocupación del dominio público en interés de los operadores competidores (en lugar de mantener la ocupación hasta que finalice el título administrativo).

En cuanto al acto que se llevó a cabo el pasado día 19, los ponentes destacaron la importancia y la necesidad de las recomendaciones que ha efectuado la ACCO en cuanto a la gestión procompetitiva del espacio y de la necesidad de articular respuestas eficientes basadas en los principios de la better regulation, sobre todo centrándose en la importancia de la planificación, que ayudará a las administraciones a ser más previsibles y transparentes con sus decisiones. A pesar de esto, también incidieron en la dificultad de implementar estas recomendaciones en contextos y realidades diferentes, porque su aplicación puede no tener ningún sentido en entornos locales más reducidos, donde muchas veces, la demanda sencillamente es inexistente.