El Reglamento de Mercados Digitales: el nuevo régimen regulatorio de la UE dirigido a las grandes plataformas digitales.

El 14 de septiembre de 2022, el Parlamento Europeo adoptó el texto final del Reglamento de Mercados Digitales (Digital Markets Act o DMA, en inglés), que se publicó en el Diario Oficial de la UE el 12 de octubre de 2022. La DMA hace referencia al Reglamento sobre mercados disputables y equitativos en el sector digital y es una de las primeras iniciativas que regulan de forma exhaustiva el poder como “guardianes de acceso” (gatekeeper, en inglés) de las mayores plataformas digitales.

La DMA establece criterios objetivos para calificar a una gran plataforma en línea como guardián de acceso (definida como “una empresa prestadora de servicios básicos de plataforma”). Sólo las empresas calificadas como guardianes de acceso deben cumplir las normas de la DMA. Estas normas pretenden que el sector digital sea más equitativo y competitivo.

Para que una plataforma se considere como guardián de acceso según la DMA debe cumplir tres criterios acumulativos principales, aunque las empresas designadas tienen la oportunidad de refutar esta presunción. En primer lugar, debe haber tenido un volumen de negocio anual de al menos 7.500 millones de euros en la Unión Europea (UE) en los últimos tres años o tener una valoración de mercado de al menos 75.000 millones de euros, y en segundo lugar debe tener al menos 45 millones de usuarios finales mensuales y al menos 10.000 usuarios profesionales establecidos en la UE. La plataforma también debe controlar uno o más servicios de plataforma principales en al menos tres Estados miembros (incluyendo mercados en línea y tiendas de aplicaciones, motores de búsqueda, redes sociales, servicios en la nube, servicios de publicidad, asistentes de voz y navegadores web).

Las pequeñas y medianas empresas (PYMES) están exentas de ser identificadas como guardianes de acceso, salvo en casos excepcionales.

Las empresas identificadas como guardianes de acceso en virtud de la DMA estarán sujetas a una serie de obligaciones con el fin de hacer que los mercados sean más abiertos y competitivos, al tiempo que se abstengan de incurrir en comportamientos desleales.

Algunas de las obligaciones que tendrán que cumplir los guardianes de acceso son:

  • garantizar que los usuarios tengan derecho a darse de baja de los servicios básicos de la plataforma en condiciones similares a las de la suscripción;
  • para las aplicaciones informáticas o servicios más importantes (por ejemplo, los navegadores web), no exigirlas por defecto al instalar el sistema operativo;
  • garantizar la interoperabilidad de las funcionalidades básicas de sus servicios de mensajería instantánea;
  • permitir a los desarrolladores de aplicaciones un acceso justo a las funcionalidades complementarias de los smartphones (por ejemplo, los chips NFC);
  • dar a los vendedores acceso a sus datos de rendimiento de marketing o publicidad en la plataforma;
  • informar a la Comisión Europea de sus fusiones y adquisiciones.

Algunas de las prohibiciones impuestas a los guardianes de acceso son las siguientes:

  • clasificar sus propios productos o servicios por encima de los de otros;
  • reutilizar los datos personales recogidos durante un servicio para los fines de otro servicio;
  • exigir a los desarrolladores de aplicaciones que utilicen determinados servicios (por ejemplo, sistemas de pago) para figurar en las tiendas de aplicaciones;
  • imponer condiciones injustas a los usuarios profesionales.

La infracción de estas normas se expone a una multa de hasta el 10% de la facturación mundial total del guardián de acceso, y en caso de reincidencia, a una multa de hasta el 20% de su facturación mundial. Si un guardián de acceso viola sistemáticamente la DMA (por ejemplo, violando las normas al menos tres veces en un periodo de ocho años), la Comisión Europea puede abrir una investigación de mercado y, si es necesario, imponer obligaciones de comportamiento o estructurales.

Para garantizar el cumplimiento de la DMA, la Comisión Europea será la única encargada de hacer cumplir el reglamento, asistida por un comité consultivo y un grupo de alto nivel. La principal herramienta con la que cuenta la Comisión es el ‘diálogo’ regulador, mediante el cual puede asegurarse de que los guardianes de acceso entienden claramente las normas contenidas en la DMA, y especificar su aplicación cuando sea necesario.

La DMA entrará en vigor 20 días después de su publicación en el Diario Oficial, es decir, el 1 de noviembre de 2022, y será aplicable el 2 de mayo de 2023.

La DMA es el primer pilar de la regulación digital de la UE y se completará en breve con la esperada aprobación de la Ley de Servicios Digitales (Digital Services Act o DSA, en inglés), que pretende modernizar la Directiva de Comercio Electrónico en lo que respecta a los contenidos ilegales, la publicidad transparente y la desinformación.